Osificacion endocondral

Osificación endocondral

La observación con objetivo seco débil permite distinguir dos zonas estructuralmente diferentes. Una de ellas es
cartilaginosa, con las características estructurales y tintoriales (basofilia) del cartílago hialino. La otra es compleja y presenta elementos trabeculares sumergidos en un magma vascular-celular correspondiente a la medula ósea en formación.
Las regiones periféricas del preparado son acidófilas, particularidad tintorial que se debe a la sustancia osteoide de origen endoconjuntivo acumulada en lo que ha de ser la región perióstica.
La porción cartilaginosa tiene la forma de lo que ha de constituir la epífisis del hueso, mientras que la zona trabecular está ubicada a nivel de su unión con lo que será la diáfisis.

Utilizando el objetivo seco fuerte se distinguen en la zona cartilaginosa, desde el extremo epifisario al centro del modelo:

1) Una zona de cartílago normal, donde abundan los grupos isógenos coronarios.
2) Una región en la cual se hallan grupos isógenos axiles, es la zona de cartílago seriado.
3) Un sector donde los condrocitos son manifiestamente más grandes, es el cartílago hipertrofiado.
4) Una zona de cartílago calcificado, caracterizada por la intensa basofilia de la sustancia fundamental y por
los signos de degeneración de los condorcitos.
5) El límite entre el cartílago y la zona trabecular o línea de erosión.


En la región trabecular siguiendo la misma dirección, se distinguen:

1) Trabéculas construidas por porciones de sustancia fundamental cartilaginosa calcificada (basófila), son las denominadas trabéculas directrices, alrededor de las mismas se observan algunos osteoblastos, células de citoplasma intensamente basófilo dispuestas a modo de epitelio alrededor de las trabéculas.
2) Trabéculas primarias más grandes que las anteriores, constituidas por un sector central basófilo, el cartílago calcificado, y un sector periférico, la sustancia osteoide, intensamente acidófila. Esta última es
sintetizada por los osteoblastos que rodean a la trabécula.
3) Trabéculas secundarias, que se diferencian de las anteriores porque en su interior se encuentran algunos
osteocitos que no son sino osteoblastos que han sido rodeados por la sustancia osteoide que segregan.
4) Trabéculas maduras o terciarias, caracterizadas por la desaparición del sector central de cartílago
calcificado basófilo que presentaban todas las anteriores.


Sobre algunas trabéculas es posible observar osteoclastos, células grandes de alrededor de 60 micrones, de citoplasma acidófilo y que son multinucleadas. Generalmente se las halla en una especie de excavación en las trabéculas denominada laguna de Howship.
Rellena los espacios que quedan entre las trabéculas óseas en formación un tejido ricamente celular y muy
vascularizado, que origina la futura medula ósea. Entre la gran variedad de células que posee esta última estructura
se destaca por su gran tamaño el megacariocito, que es necesario diferenciar del osteoclasto. El megacariocito no es
multinucleado sino que presenta un gran núcleo multilobulado.

Obtenido en HiSTOMANCiA - http://ar.groups.yahoo.com/group/histomancia/ Fuente: Guía de trabajos prácticos de Histología (1974). Ed. Eudeba.
Transcripto por: Deb (deborahneumann@hotmail.com) y Hernán (drhernanrb@hotmail.com)

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